En audio
|
Santo Domingo, 31 de julio 2020.-
por Darío Nin
En plena pandemia y en el momento más difícil de sus escalada, nos llega un fenómeno atmosférico indefinido, al que en principio se le llamo huracán en potencia, que realmente no representaba, tomando en cuenta la velocidad del desplazamiento y las fuerzas de sus vientos un gran peligro para el país si lo compramos con anteriores (ver conversación entre Alicia Ortega y el meteorólogo John Morales) Esto sin desestimar los daños que por la vulnerabilidad permanente podrían causar las crecidas de ríos, arroyos y cañadas.
Este último escribe en su cuenta de Twitter “John Morales
“Con traslación hacia el noroeste a 32 km/hr le quedan pocas horas sobre suelo dominicano al centro de Isaías, que se mantiene con vientos máximos actualmente de 95 km/hr. Al salir al mar temprano esta noche podrá fortalecerse y convertirse en huracán en Bahamas”.
Sin embargo, en situaciones de pandemia nos convenía meter mucho más miedo que el que la magnitud del fenómeno le correspondía generar. O mejor aún, pudiéramos en esa circunstancia declarar en alerta roja a todo el país. Tal vez así lográbamos que, por fin, por lo menos un día nos quedáramos en la casa en beneficio de todos y en detrimento del maldito coronavirus.
Pero este fenómeno indefinido tomó la categoría de tormenta tropical ya estando sobre la parte norte del territorio Nacional. El Dr. Jose Rubiera, una autoridad en esta materia ya que es Vicepresidente del Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en la Región IV (América del Norte, Centro América y Caribe) y profesor universitario de la carrera en Cuba, como meteorólogo encargado de las noticias del tiempo en canal Caribe Cuba, en su informe válido para el 30 de julio, le asignó mayor importancia a una tormenta tropical recién formada en África, que al fenómenos que nos amenazaba en este momento.
Pienso que no se debe bajar la guardia activada para este fenómeno porque nos azotaran muy probablemente otros en esta época y qué bien sería (en lo que cabe), si nos llegare cuando estemos lo mejor preparado posible, en este tiempo de corona virus.
Bien…, lo que ha de movernos a preocupación es la resistencia de la gente más desprotegida para abandonar sus humildísimas casuchas a orillas de rio o cañadas, lugares vulnerables, ya no necesariamente cuidando “sus bienes materiales”, sino, por que entendían que salir de sus hogares a un refugio constituía mayor peligro que el que representaba quedarse en él.
La gran mayoría temía al fantasma o la realidad del contagio de Covid y en verdad, el Estado o el gobierno no puede garantizarles que fuera de otro modo.
Ha de tomarse en cuenta esto, para el porvenir, porque muy probablemente antes de que termine la temporada, otros fenómenos nos amenazarán y no creo que funcione esta vez, sacarlos por la fuerza de allí para depositarlo en un refugio que lo único que brinda es la estructura de la pared o el techo, pero que a cambio le podría cobrar con más vidas unos días después que las del fenómeno atmosférico. Pienso, que ya deben ir pensando en esto.
Otra cosa. El lenguaje no verbal del genera Juan Manuel Méndez, García, Director o vocero oficial del Comité Nacional de Emergencias (COE), nos mandó un mensaje a los que leemos gestos, posiciones y entre líneas. Estaba allí por disciplina, pero de forma no verbal gritaba “Ahora para esto soy bueno” y que pasó con todo lo que ha vivido el País, no han sido emergencia. Por qué no encargan de esto también a los que le encargaron del manejo de las emergencias que conllevó el Coronavirus.
¡Eh aquí otra lección! Cuando el interés político y económico convergen en una misma dirección prima; se eclipsa, el interés en el pueblo y en que las cosas se hagan bien ejecutadas por quienes están institucionalmente llamados a hacerlo. Esto, sin ningún tipo de miramientos, son mandados al carajo.
Y es verdad, el país fue declarado en Estado de emergencia y no vimos nunca llamar al General Juan Manuel Méndez y al COE. ¿Por qué sería?
General, mis respetos. ¡Ojalá a este servidor de años, el nuevo presidente le confirme en su puesto y le reafirme sus funciones! Quizás la respuesta al anterior cuestionamiento esta en que el COE es un equipo de pequeñas ligas y el juego fue para grandes ligas.
Hasta la próxima. Dario Nin.