¿Tiene Rep. Dom con la Estrategia Nacional de Desarrollo, avances en cultura y fortalecimiento de los derechos de la mujer?

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Santo Domingo, 05 de septiembre 2020.-

¿Tiene Rep. Dom con la Estrategia Nacional de Desarrollo, avances en cultura y fortalecimiento de los derechos de la mujer?
Por Emilia Santos Frias

La respuesta a esta interrogante podemos hallarla en los programas y las acciones concretas que ha desarrollado el país. ¿Los conoce usted?, también, en realidades; casos observados en nuestro entorno, donde hubo garantía real de derechos. Asimismo, en porcentajes de deflación de exclusiones y máculas. No en temas mediáticos, fabricados para promocionar compromisos que nunca llegan a concretarse. Pero, los informes de resultados de Ley Orgánica de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 (END), Ley 1-12, nos presentan la contestación a lo que buscamos.

Esta normativa creada en 2012, mediante el consenso y concurso de todos los estratos de la sociedad, con un alcance hasta el 2030, mediante sus líneas de acción, tiene la finalidad de mostrarnos el camino para construir socialmente, la nación que queremos exhibir en diez años. Es la guía por excelencia, y en la que tenemos cifradas esperanzas de desarrollo cultural. Gestada por la Constitución de 2010, en su artículo 241 y la Ley 498-06, que creó el Sistema Nacional de Planificación e Inversión Pública.

De igual forma, por la Ley 49-00, General de Juventud; Declaración del Milenio, del 13 de septiembre de 2000; Declaración de París, del 2 de marzo de 2005, entre otras normativas. Con su operatividad, aguardamos tener en 10 años: un país próspero, donde las personas vivan dignamente, apegadas a valores éticos, dentro de la democracia participativa que garantiza el Estado social y democrático de derecho, que promueve equidad, igualdad de oportunidades y justicia social. ¿Qué estamos haciendo para que eso se produzca?

Todos coincidimos en que la normativa fue obra del saber e inteligencia colectiva; representación de compromiso de los poderes del Estado, actores, sociales y políticos. Que la conformaron por 4 ejes estratégicos, 19 objetivos generales, 6 ejes transversales, 57 objetivos específicos, 460 líneas de acción y 99 indicadores de seguimiento. Justamente, hoy analizaremos el progreso del segundo eje estratégico, que gestiona la construcción de una sociedad con igualdad de derechos y oportunidades, garantía de educación, salud, vivienda digna y servicios básicos de calidad; reducción progresiva de la pobreza y la desigualdad social.

Pero, lanzaremos en 10 años esta meta, teniendo la República Dominicana tanta deuda social acumulada en educación, salud, equidad de género, protección de grupos vulnerables y acceso a servicios básicos? Urge efectiva garantía de igualdad de derechos y oportunidades para toda la población. La desigualdad social, exclusión y pobreza, siguen mermando el nivel y calidad de vida de gran parte de la población. Se ha hecho exhibir las metas planteadas en educación de calidad para todos y todas; salud y seguridad social integral; igualdad de derechos y oportunidades; vivienda digna en entornos saludables…

Sigue siendo más doctrinal que operativo el postulado constitucional: “es función esencial del Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general…”.

La realidad nos indica que el enfoque de género que debe agregarse a planes, programas, proyectos y políticas públicas, según la END, para evitar discriminación entre hombres y mujeres; garantizar igualdad y justicia de género, sigue enchivada y aunque patina con fuerza, no sale de la caverna donde ha vivido por siglos.

Tampoco, la veeduría social y la fluidez en las relaciones Estado-sociedad, en los objetivos propuestos, no se ha consolidado, quizás por carencia en los programas permanentes de educación y promoción de valores, principios e ideales democráticos; deberes y derechos establecidos en los diversos instrumentos legales, que buscan la facilidad en esa relación. Seguimos exhibiendo pifias para el disfrute, goce y ejercicio responsable de los derechos y deberes ciudadanos.

El séptimo informe anual de avance en la implantación de la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, presentado en abril de 2019, por el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, pretende animarnos a continuar sin descanso esta construcción social, que beneficiará a toda la población. Enfatiza que, el eje dos, en el que hemos hecho hincapié: “Una “Sociedad con igualdad de derechos y oportunidades”, a 2018, mostró avance promisorio, así como mejoría en las condiciones de pobreza y desigualdad.

Describe que indicadores de la calidad educativa, superaron el valor establecido. Sin embargo, el porcentaje de población protegida por el Seguro de Salud es lento, y con pocas posibilidades de alcanzar la meta. Por lo que sugerimos, fortalecer el Sistema Dominicano de Seguridad Social, y dotar de seguro de salud a personas que no lo poseen, entre ellas, trabajadores por cuenta propia o del sector informal, quienes no cotizan actualmente, porque no ha entrado el régimen contributivo subsidiado. Por tanto, están desprotegidos.

Para el año 2018, el porcentaje de la población con acceso a servicios sanitarios mejorados fue de un 96.80%, alcanzando la meta 2020. Mientras, la población con acceso a agua dentro de la red pública, dentro o fuera de la vivienda, alcanzó el 81.98%, un avance también ponderado para el 2020. Pero, un dato desalentador lo encontramos en el ámbito laboral, la tasa de desocupación femenina es más alta que la masculina, según zona. En el sector formal, la urbana obtuvo el 50.09 %, y 34.54 % para la zona rural.

La equidad de género en lo relativo al porcentaje de mujeres en cargos electivos: el Senado mostró un estancamiento y la Cámara de Diputados arrojo un avance promisorio hacia la meta establecida para el 2020, de 33 %. La brecha de género para 2018, en ingreso laboral y en tasa de ocupación femenina vs masculino, reveló un retroceso respecto del año anterior.

La desigualdad social sigue persistiendo en la zona urbana, según este séptimo informe de avances de la END, debido a la migración rural – urbana, y los asentamientos humanos en condiciones poco adecuadas, empleo informal, bajas condiciones de salud y educación. El porcentaje de población bajo la línea de pobreza extrema nacional y moderada nacional avanzan de manera promisoria para todas las regiones, exceptuando Enriquillo (pobreza extrema) y El Valle.
Aun la tasa de analfabetismo en la población de 15 años y más, proyecta un crecimiento moderado que dificultaría el cumplimiento de la meta de la END. Siendo en esa fracción poblacional que está el desarrollo futuro, es imperativo colocar en sus manos la cultura que nos identifica y fortalece como nación.

Amigas, amigos, en una nueva entrega, abordaremos avances del Plan Nacional de Derechos Humanos 2018-2022, en cuanto a los objetivos, programas y actividades que plantea para fortalecer la cultura de derechos humanos, y proteger los derechos de la mujer en nuestro país. A dos años de ejecución, es importante que identifiquemos sus frutos.

santosemili@gmail.com
La autora reside en Santo Domingo, Rep. Dom.
Es educadora, periodista, abogada y locutora.
809-506-1006

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