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¿Qué tan malo fue Barrabás? ¿Qué tan diferentes somos de él?
24 de enero 2022
Al llegar el nombre de barrabás a nuestro entendimiento, como en automático, lo repudiamos. Lo asociamos con la injusta muerte de Jesús.
Es más, para muchos, tal vez si barrabás no hubiese estado, a Jesús no lo crucifican. ¡Claro! Esa no puede ser una visión cristiana, ni correcta desde el punto de vista cristiano.
Estoy imaginando reacciones emocionales, pensamientos casi inconscientes, no procesados por la neocorteza.
Sin embargo, las cosas bíblicas no son tan así. Si bien es cierto que Barrabás no era un santo y estaba muy lejos de serlo. Este tampoco era un delincuente sin propósito. Más adelante intuirán el por qué, digo esto.
El nombre Barrabás aparece en las escrituras en ocho episodios. Dos en Mateo, (aquí el nombre aparece cinco veces) tres en Marcos (en donde aparece tres veces), dos en Lucas (dos veces) y uno en Juan (el nombre aparece dos veces). En total el nombre aparece 12 veces. No obstante, Pedro hace alusión a él cuando dice: Pero ustedes negaron al Santo y Justo, y pidieron que se les entregara un homicida. (Hech.3:14)
Si empezamos por el último, o sea por Juan, encontramos que él categóricamente afirma que Barrabás era un ladrón (Jn.18:40).
En Mateo 27:16 al 21 encontramos que lo presenta como un preso famoso (RV60) y muy famoso (RVC) y en ese mismo capítulo en el versículo 26, aparece la liberación de este por parte de Poncio Pilato.
Al acudir a Marcos, en el Capítulo 15, desde el versículo 6, se empieza a narrar la sentencia a muerte de Jesús y Marcos lo empieza exponiendo que: “en el día de la fiesta Pilato acostumbraba a poner en libertad a un preso, el que la gente quisiera.
Había uno llamado Barrabás que estaba preso con sus compañeros de motín porque en una revuelta habían cometido un homicidio.
Según este capítulo y versículo Barrabás aparece como parte un grupo que se alzó en un motín o hicieron una revuelta en donde resultó la muerte de uno. (no dice de quien).
Es bueno que sepamos que (datos históricos) en la época de Jesús, en el pueblo judío existían los Zelote o Zelotas que procuraban la liberación del pueblo del yugo romano y hacían revueltas como las que hizo Barrabás y su grupo con similares consecuencias y acusaciones. Los Zelotes eran muy rigurosos en sus actuaciones (con intransigencia o radicalismo militante.) inclusive evolucionaron unos años despues hasta el sicariato o sea el asesinato de personas con una daga que llevaban entre sus ropas aprovechando las multitudes y la confusión que estas actividades grupales generan.
No hay dudas que Barrabás era considerado por el Imperio Romano en esa parte, como un sedicioso, un peligro público, que entre verdad y difamación política era considerado un hombre malo, un ladrón como dice Juan y un revoltoso como afirma Lucas, en donde por lo menos un muerto se le atribuía a él conjuntamente con sus compañeros.
La Biblia no dice que hizo Barrabás con su vida despues que fue liberado.Cualquier cosa que yo te diga, es pura especulación. Lo mismo que te diga cualquier otro, pues una vez que alguien asi es liberado tiene dos caminos posibles o se tranquiliza o refuerzas sus acciones.
Si fuera mi opinión diría que ese tipo de persona, no desiste y muy probablemente volviera con más convicción a sus “fueros”
En mi búsqueda me he encontrado con algunas reflexiones sobre este hecho bíblico: “Aquí hay un asesino (Hechos 3:14) que enfrenta una sentencia de muerte, pero a través de la providencia divina él (Barrabás) es liberado y Jesucristo, quien es inocente, se somete a morir en el lugar de Barrabás.
La salvación de la vida de Barrabás por la crucifixión de Jesucristo exhibe gráficamente el amor de Dios. La cruz fue hecha para este criminal asesino, pero Dios salvó su vida por el sacrificio de Jesús.
Como Barrabás, todos somos pecadores muertos en delitos y pecados, destinados a la muerte, pero Cristo murió por nosotros (Romanos 5: 8; 8:34; 1 Corintios 15: 3).
En efecto, cuando leemos la historia de la crucifixión o vemos que se reproduce, debemos darnos cuenta de que éramos como Barrabás, muertos en delitos y pecados, condenados a muerte, y al igual que él, el sacrificio de Jesucristo nos dejó ir. Tomó (decía solo) el lugar de Barrabás en la Cruz, pero también el nuestro”
Al cerrar: Según las leyes y costumbres romanas, Barrabás iba a morir porque los delitos o crímenes de los que se le acusaba así se castigaban, pero tal vez, tú y yo tenemos tanto como él y aquí estamos.
Tal vez Barrabás no se arrepintió nunca y perdió la vida en sus andanzas o murió naturalmente. ¡Pero qué pena! Ese, literalmente, si supo que Jesús murió por él. En él, tú y yo, sabemos que ese sacrificio fue el pago por nuestras trasgresiones para así pagos, viniera nuestra reconciliación con Dios. ¡Claro, si acepto que él pague mi cuenta! (a veces el orgullo vano no nos permite aceptar que otro pague por nosotros, aún, cuando sabemos que no tenemos recursos propios para pagar) como desde los profetas se nos anunció.
Por supuesto, esto puede ser considerado poesía o cuentos de hadas, tú lo crees por fe o te pierde por incredulidad. Es tu derecho, como el mío en mi condición de cristiano es hacértelo saber.
Hasta la próxima.
Dan