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Cuando ore, imagínese al Señor Jesucristo llevando sus problemas sobre sus hombros.
15 de marzo de 2022
Isaías 40.28-31http://https://www.biblegateway.com/passage/?search=Isa%C3%ADas%2040:28-31&version=RVR1960
Nuestro Padre celestial nos invita a acudir a Él con todas nuestras preocupaciones. Aun así, hay creyentes que no tienen interés en comunicarse con el Señor, excepto en casos de emergencia. Descuidar nuestro tiempo de oración es costoso porque con frecuencia nos ocasiona cansancio y desánimo.
Ciertas situaciones tienen un costo emocional, físico y espiritual; nos referimos a ellas como “cargas”, las cuales pueden desgastarnos si intentamos llevarlas solos. Por un lado, no estamos hechos para vivir con cargas, por lo que tratar de llevarlas nos agotará. Además, 1 Pedro 5.7 nos dice: “Depositen en él [Dios] toda ansiedad, porque él cuida de ustedes” (NVI, énfasis añadido). No tiene sentido que tanto el Padre celestial como nosotros carguemos con ese peso, sobre todo cuando Él quiere manejarlo a nuestro favor. En el plan de Dios, su fuerza nos sostiene en nuestra debilidad y, al mismo tiempo, Él es glorificado (2 Co 12.9).
Cuando ore, imagínese al Señor Jesucristo llevando sus problemas sobre sus hombros. Aunque la carga no desaparezca, se sentirá más ligera cuando se la entregue al Señor. Entonces, como David, podrá decir: “Bendito sea el Señor, que día tras día lleva nuestra carga” (Sal 68.19 LBLA).
Tomado en contacto: https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios