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MEDITACIÓN DIARIA
La confesión y el perdón
A medida que maduremos en la fe, nuestra inclinación al pecado disminuirá.
22 de marzo de 2022
https://www.biblegateway.com/passage/?search=1+Juan+1.5-10&version=RVR19601 Juan 1.5-10
A muchos cristianos les preocupa el hecho de tener que lidiar una y otra vez con ciertos pecados. Y acuden, con razón, a 1 Juan 1.9 en busca de seguridad: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Se sienten aliviados al saber que Dios perdona nuestros pecados, y prometen ser más sensibles. Pero algunas personas han malinterpretado este versículo; creen que nuestra salvación está ligada a la confesión continua.
Hay una gran diferencia entre la relación (el vínculo inquebrantable entre padre e hijo) y la comunión (nuestra línea de comunicación). Sin duda, la confesión juega un papel vital en mantener la comunicación íntima con el Padre, pero la posición del creyente como su hijo no puede cambiar. La comunión con Dios es interrumpida por el pecado (Sal 66.18) pero restaurada cuando confesamos y nos arrepentimos. Entonces somos liberados de la esclavitud emocional de la culpa y la vergüenza.
A medida que maduremos en la fe, nuestra inclinación al pecado disminuirá. Pero mientras nuestra vida terrenal continúe, no estaremos libres de las tendencias carnales. Romanos 8.1 ofrece esta seguridad adicional: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Entonces, aunque nuestro pecado tenga consecuencias temporales, podemos estar seguros de que Dios nos ha perdonado por completo.