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MEDITACIÓN DIARIA

Nuestra condición de hijos

Cristo abrió la puerta para nuestra adopción, nos colmó de bendiciones y demostró cómo debemos andar por fe.

25 de mayo de 2022

Juan 8.25-59 

La afirmación de que Cristo era el Hijo de Dios provocó la ira de los líderes religiosos de su época. Sin embargo, la explicación que les dio hace tantos siglos nos ayuda a entender cómo comportarnos como hijos de Dios hoy:

  • ÉL HABLABA AL MUNDO LAS PALABRAS DE SU PADRE (Jn 8.26). Y a nosotros nos dio la misma tarea: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Mr 16.15).
  • CRISTO NO HACÍA NADA POR INICIATIVA PROPIA (Jn 8.28). Nuestro vínculo con el Padre requiere que nos rindamos a su autoridad.
  • EL HIJO HABLABA CÓMO EL PADRE LE ENSEÑÓ (Jn 8.28). Debemos confiar en la verdad de la Palabra de Dios, no en nuestra sabiduría.
  • EL SEÑOR JESÚS HACÍA LO QUE AGRADABA AL PADRE (Jn 8.29). Los hijos de Dios ya no viven para sus propios deleites sino que buscan la alegría de obedecer a su Padre celestial.
  • CRISTO BUSCABA LA GLORIA DEL PADRE, NO LA SUYA (Jn 8.49, 50, 54). De la misma manera, debemos humillarnos y exaltar a Dios en nuestros pensamientos y conducta.
  • CONOCÍA A SU PADRE (Jn 8.55). Al igual que Cristo, los creyentes tenemos el mismo privilegio de relacionarnos con Dios.

Somos hijos de Dios solo por la fiel obediencia de su Hijo. Cristo abrió la puerta para nuestra adopción, nos colmó de bendiciones y demostró cómo debemos andar por fe. Ahora nos corresponde a nosotros seguir su ejemplo.

Juan 8.25-59 

Tomado de :https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios

Dan/Sfd

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