En audio
|
amor indetenible
No importa lo que hagamos, el Señor no deje de amarnos.
Dios es amor. Es propio de su naturaleza cuidar de su creación. Esto significa que no importa lo que hagamos, el Señor no deje de amarnos. Después de leer esta frase, muchas personas pensarán en una docena de razones por las que ellas son una excepción. Así que, permítame aclararle que Dios nos ama a cada uno, y lo único que nos impide experimentar ese amor es nuestra renuencia para aceptarlo.
La verdad es que ninguno de nosotros merece el amor del Señor, pero Él lo da con abundancia de todos modos. Algunas personas creen cada palabra de la Biblia, pero aun así no se sienten amadas porque se consideran indignadas. Su duda actúa como una represa, impidiendo que en sus corazones fluya la conciencia del cuidado de Dios, y la barrera se mantenga mientras la persona crea que el amor divino debe ganarse.
En Romanos 8.31 se nos da la buena noticia de que “Dios es por nosotros”, y la cruz demuestra que el Señor Jesús murió para purificarnos y para que pudiéramos relacionarnos con el Padre. El sacrificio expiatorio del Salvador es una evidencia del amor de Dios, pero hay muchas otras expresiones del mismo, como un propósito y un plan para la vida de cada uno de sus hijos. A través de su control soberano, Él obra en cada situación, ya sea buena o mala, para nuestro bien.
Fuente: https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
dan/sfd
31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos daría también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murio; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
37 Antes, en todas estas cosas somos más que ancedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.