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Para poder esperar
Dios puede utilizar nuestros problemas para desarrollar las virtudes que Él desea que tengamos.
En el salmo de hoy vemos a David orando por protección y guía mientras espera en Dios. Todos sabemos lo difícil que es esperar en tiempos de enfermedad, peligro, problemas o confusión. Pero el Padre celestial puede utilizar estas situaciones para desarrollar las virtudes que Él desea que tengamos.
FE. Los caminos y planes del Señor no son como los nuestros (Is 55.8, 9). Sus propósitos son más elevados y eternos, mientras que nuestros deseos suelen ser inmediatos y terrenales. Incluso cuando no entendemos por qué Dios se demora, podemos confiar en su fidelidad, pues Él hará lo mejor.
HUMILDAD. Dado que la vida cristiana es dirigida por Dios, no por nosotros, la obediencia a lo que Él dispone requiere de nuestra humildad. Por esta razón, debemos reconocer que el Señor es nuestro Dueño y que dependemos por completo de Él.
PACIENCIA. En la Biblia, esta palabra significa “longanimidad” o “dominio sobre sí mismo”. Es el fruto espiritual que el Espíritu Santo produce en nosotros cuando esperamos y confiamos en que Dios intervendrá en el momento oportuno (Ga 5.22, 23).
¿Está usted dispuesto a permanecer en su situación actual hasta que el Señor actúe a su favor? Esperar en Dios no es una actitud pasiva. Requiere enfocarnos en la sabiduría, bondad y fidelidad de Dios, sin importar cuán desafiante pueda parecer una situación.
David implora dirección, perdón y protección
Salmo de David.
25 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
2 Dios mío, en ti confío;
No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos.
3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan en ti será confundido;
Serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas.
5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día.
6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.
7 De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová.
8 Bueno y recto es Jehová;
Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
9 Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera.
10 Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad,
Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
11 Por amor de tu nombre, oh Jehová,
Perdonarás también mi pecado, que es grande.
12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
Él le enseñará el camino que ha de escoger.
13 Gozará él de bienestar,
Y su descendencia heredará la tierra.
14 La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,
Y a ellos hará conocer su pacto.
15 Mis ojos están siempre hacia Jehová,
Porque él sacará mis pies de la red.
16 Mírame, y ten misericordia de mí,
Porque estoy solo y afligido.
17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas.
18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados.
19 Mira mis enemigos, cómo se han multiplicado,
Y con odio violento me aborrecen.
20 Guarda mi alma, y líbrame;
No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
21 Integridad y rectitud me guarden,
Porque en ti he esperado.
22 Redime, oh Dios, a Israel
De todas sus angustias.