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La verdad interior
¿Está listo para orar como David y enfrentar lo que Dios pueda revelarle?
La Biblia afirma que Dios nos diseñó para relacionarnos con Él y con los demás (Gn 2.18; Ga 6.2). Sin embargo, cada uno de nosotros arrastra experiencias dolorosas que pueden afectar nuestras relaciones. Entonces, ¿cómo podemos amarnos unos a otros cuando todos tenemos cicatrices emocionales?
No hay mucho que podamos hacer en cuanto a la condición del corazón de la otra persona, pero sí podemos responsabilizarnos por la condición de nuestro corazón. Y un buen punto de partida es la oración de David en el Salmo 139: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Sal 139.23, 24). Por tanto, debemos estar dispuestos a enfrentarnos a la realidad de nuestra vida interior y reconocer aquello de Salmo 139 lo que debemos ocuparnos. El Señor promete que cuando pidamos valientemente su discernimiento, la verdad nos hará libres (Jn 8.31, 32).
Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
Dan/Sfd