Insisto necesitamos un Censo Nacional Biométrico Para Extranjeros

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Censo Nacional Biométrico Para Extranjeros

Por Darío Nin

04 de octubre 2022

En marzo del 2019, varios digitales dominicanos hicieron pública mi propuesta sobre la realización de  un censo nacional biométrico para extranjeros. Misma que en forma de artículo di a conocer.

En estos momentos, el País se prepara para la realización de un censo nacional.  Sería propicia la ocasión para que se incluya la recolección, de por lo menos, las huellas dactilares de los extranjeros que tenemos en el país.  Una huella recogida y escaneadas, para alimentar un banco de datos sobre todo extranjero que los “censadores” o empadronadores detecten durante su levantamiento.

Se debe, como se ha hecho antes, declarar no laborables los dias del censo e invitar a todo empleador que tenga en sus dominios trabajadores extranjeros que los inviten a reunirse en un lugar determinado para que se le pueda hacer el levantamiento. Entiendo, que esto suscitará algunos temores, pero se debe aclarar cuál es el propósito del mismo y los beneficios que le arrojaría

Sé que no será perfecto dicho levantamiento, pero se avanzará bastante. Se levantan y procesan sus datos biométricos acompañados de los que se puedan comprobar o él aporte.

Estos datos nos arrojaran luz en aquellas situaciones en donde extranjeros indocumentados sean parte. Así evitamos generalización como puede acontecer sobre todo cuando hayan hechos delictivos en donde esté involucrado un nacional extranjero, sin que el prejuicio recaiga sobre todos.

Una huella dejada en una escena es infalible a la hora de determinar a quién pertenece, si se tiene un registro previo. Todo a falta de cualquier otra identificación, pero además estos registros servirán a la hora de trazar políticas públicas.

Como dije esto lo propuse en el 2019 y como ya está publicado, solo lo recreo en esta ocasión citándolo integro a continuación:

“Suelo despertar muy temprano con un tema dándome vueltas en la cabeza, hoy no fue le excepción.

En el día de ayer me acosté con una inquietud. ¿Cuántos extranjeros tenemos en nuestro país? ¿Realmente lo sabemos?

El cuestionamiento surge porque en un par de cuadras cercanas al residencial donde vivo, conté los habitantes que me encontraba en la calle mientras acudía a una actividad. Doce a cuatro, doce personas de otra nacionalidad cuatros dominicanos.

Lea bien lo que acabo de escribir, no es que estoy diciendo que esa es la proporción en la residencia, sino que, en la calle, por la razón que sea en el momento que transitaba conté en dos minutos doce extranjeros de una misma nacionalidad y cuatro dominicanos, estos, en dos o tres cuadras. El ejercicio no lo realice en barrio de extranjeros, ni en zona cercana al Mercado Modelo.

Yo soy cristiano o por lo menos a eso aspiro, en consecuencia, estoy llamado a ver en cada ser humano mi prójimo, soy respetuoso y promotor del respeto irrestricto a los derechos humanos y pienso que el planeta es de todos, pienso que las fronteras del mundo deben desaparecer para que transitemos libremente de un lugar a otro y como nómadas vayamos desde Alaska a la isla de Hornos, desde Ecuador hasta Kiribati.

Pero mientras esta etapa llega debemos regularizar por la paz, la tranquilidad, la convivencia y la seguridad; las migraciones.

Para bien o para mal existen los países y las naciones con sus respectivos estados y esos países, esas naciones, a través de sus estados garantizan privilegios para sus respectivos nacionales o paisanos, es ahí, en ese territorio donde el nacional tiene privilegios sobre los extranjeros, como el aquí extranjero, lo tendrá en el suyo.

Aclarado todo esto, se impone exponer lo que como título enuncié, eso de un censo nacional biométrico para extranjeros. ¿Qué es eso? Cómo saber cuántos chinos tenemos, como los identificamos, como determinar cuántos están residiendo legalmente, cuántos no. En esa misma tesitura; cuántos venezolanos, cuántos ecuatorianos, cuántos hondureños, cuántos españoles, alemanes, italianos, rusos, y cuántos haitianos.

Las huellas dactilares son únicas y un modo muy efectivo de identificar personas, así como las huellas, existen otros elementos como la córnea o el iris, la palma de la mano. Mismos que son cada vez más crecientes y seguros.

Hoy en las empresas hay lector de huellas, usted entra y sale y nadie puede “ponchar” por usted, si entró…, entró y si salió…, salió.

Teniendo ese sistema práctico y seguro, pienso que llegó la hora de saber con precisión cuántos extranjeros tenemos, de que nacionalidad son, donde están, que hacen y que patrimonio tienen.

Por seguridad nacional, debemos proceder. Además, eso garantiza que los organismos internacionales conozcan nuestra realidad y dispongan de las ayudas necesarias para estas situaciones, para eso existen por el concierto de los países que los conforman.

Es urgente este censo y con los resultados aplicar los correctivos que la realidad demande.

Sobre la aplicación de censo similares ya hay precedentes, en el año 2016, el gobierno de Bolivia inicio uno y esgrimieron para el mismo la argumentación de que el registro no es “persecutorio contra los extranjeros”, sino más bien “regularizador de su condición”. Y es lo que debe ser.

La moción está lanzada… ¿Quién la secunda?

Hasta la próxima.
Darío Nin.
15 Marzo, 2019:”

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