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Cuando nos apegamos a una promesa
El problema no es la fidelidad de Dios; lo más probable es que usted haya malentendido la promesa.
7 de octubre de 2022
El pasaje de hoy dice que Dios es fiel para cumplir sus promesas. Pero si usted es como la mayoría de los cristianos, es probable que haya sentido que Él le ha decepcionado en algún momento. Tal vez encontró una promesa en la Biblia y tuvo fe en que el Señor se la cumpliría, pero no lo ha hecho. El problema no es la fidelidad de Dios; lo más probable es que usted haya malentendido la promesa. Por tanto, al evaluar si un pasaje se aplica a usted, hágase estas preguntas:
- ¿ES LIMITADO O PERTENECE A TODOS LOS CREYENTES? Ciertas promesas bíblicas fueron dadas a un individuo en particular, mientras que otras fueron para toda la nación de Israel. Y a veces una promesa se refería a un evento o circunstancia específica.
- ¿HAY UNA CONDICIÓN PARA LA PROMESA? Si es así, debemos cumplir ese requisito. De lo contrario, no se aplicará a nosotros.
- ¿ESTOY ORANDO POR UNA NECESIDAD O POR UN DESEO? Dios nos asegura que Él dará todo lo que considere necesario para hacer su obra en nuestra vida (2 P 1.3). Pero eso no incluye todo lo que queramos.
Estas directrices nos ayudarán a discernir qué promesas son para nosotros. Pero debemos recordar que algunas podrían cumplirse solo en la eternidad. Cuando ese sea el caso, podemos mirar a los santos de Hebreos 11 como modelos a seguir. Ellos le creyeron a Dios, aunque no vieran cumplidas sus promesas.
Tomado de : https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
Dan/Sfd
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.