En audio
MEDITACIÓN DIARIA

La búsqueda del fruto espiritual

La transformación del carácter ocurre cuando nos sometemos a Dios, dándole el control total de nuestra vida.

29 de octubre de 2022

Gálatas 5.16-26

Como creyentes, todos queremos producir el fruto del Espíritu. No obstante, incluso los no creyentes a veces pueden exhibir buenas cualidades de carácter, así que ¿cómo podemos saber si las nuestras son producto del Espíritu Santo? Es importante darse cuenta de que el fruto del Espíritu son nueve cualidades admirables que suelen ser más evidentes en nosotros cuando las circunstancias se dificultan. He aquí dos características para ayudarnos a reconocer tales rasgos:

1. LOS CREYENTES FRUCTÍFEROS NO SON CONTROLADOS POR SU ENTORNO. Todo el mundo experimenta pruebas y sufrimientos, pero quienes están llenos del Espíritu no pierden su fruto a causa de sus situaciones. Mantienen su gozo incluso cuando la vida es difícil, pues el Espíritu Santo está en control.

2. LOS CRISTIANOS FRUCTÍFEROS SE RECUPERAN DESPUÉS DE UNA CAÍDA. Estos creyentes no son perfectos, pero sí sensibles a la convicción del Espíritu y se apresuran a arrepentirse. De hecho, están agradecidos por la corrección y alaban a Dios, no solo por revelarles su debilidad sino también por traerlos de vuelta a Él.

Ninguno de nosotros produce estas asombrosas cualidades por sí solo. Esforzarse por ser más piadosos nunca funcionará. La transformación del carácter ocurre cuando nos sometemos a Dios, dándole el control total de nuestra vida.

Tomado de :https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios

Dan/Sfd

Las obras de la carne y el fruto del Espíritu

16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17 Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

25 Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. 26 No nos hagamos vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.

SHARE