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Dos tipos de promesas
El cristianismo descansa sobre el fundamento de las promesas de Dios.
El cristianismo descansa sobre el fundamento de las promesas de Dios. Hay dos tipos de promesas: las incondicionales y las condicionales. El cumplimiento de una promesa incondicional depende solo de Dios. Un ejemplo es el pacto que nos hizo de no volver a destruir toda la Tierra mediante un diluvio (Gn 9.11).
Por otro lado, si una promesa es condicional, su cumplimiento depende de que se cumplan ciertos requisitos. La cual puede expresarse como una declaración de “si… entonces”. Santiago 1.5-7, por ejemplo, nos dice que si le pedimos sabiduría a Dios, haciéndolo con fe sin dudar de Él, entonces Él nos la dará generosamente. Y en Mateo 6.32, 33, el Señor Jesús promete que si buscamos primero el reino de Dios y su justicia, entonces todo lo que necesitemos será provisto.
El Señor hará justo lo que ha prometido, pero cuando hay una condición, usted debe satisfacer los requisitos que Él ha establecido. Si todavía está esperando que Dios cumpla una promesa en particular, revise el contexto para ver si hay una estipulación. Luego, asegúrese de que usted está cumpliendo su parte. Y recuerde que si bien el cumplimiento es seguro, el tiempo siempre está en las manos del Señor.
Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
Dan/Sfd
Salutación
1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: 2 Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesús.
Partícipes de la naturaleza divina
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, 4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia;