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Adviento: La belleza de la alegría
¿Hay algo que le esté impidiendo experimentar gozo en Cristo?
Para sacarle el máximo provecho a este devocional, lea los pasajes a los que se hacen referencia.
El domingo pasado hablamos de shalom, que es la paz perfecta de Dios. Con la paz viene la promesa de la alegría, una promesa para el futuro, pero también para el presente. Si el gozo del Señor fuera una casa, no solo seríamos bienvenidos a ella, sino que también viviríamos allí. (Véase Jn 15.10, 11).
El gozo bíblico es diferente a lo que mucha gente piensa. Es más que una sensación de alegría. El gozo en Cristo no depende de nuestra situación o estado de ánimo; fluye de nuestra conexión con el Señor y trasciende nuestras circunstancias. Debido a todo lo que Él ha hecho y sigue haciendo, podemos regocijarnos en Él sin importar lo que suceda. (Véase Neh 8.9, 10).
En el Adviento, Cristo es la razón por la que esperamos con gran emoción. Colosenses 1.13, 14 nos dice que en la cruz, “[Dios] nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”. Por eso, a medida que se acerca la Navidad, alégrese. Aquel “que es, que era y que ha de venir” está cerca (Ap 1.4).
PIENSE EN ESTO
- ¿Hay algo que le esté impidiendo experimentar la plenitud del gozo en Cristo?
- Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
- Dan/Sfd