En audio
|
Los ídolos en la vida del creyente
Deshacernos de los ídolos del corazón será inútil hasta que aprendamos a valorar al Señor más que a cualquier cosa o persona.
La idolatría no se limita al pasado, pues todavía impera hoy en varias formas. Muchas religiones adoran a dioses falsos, algunas con imágenes tangibles, y otras sin ellas. Pero la idolatría es, en realidad, un asunto del corazón, por lo que es posible que los creyentes pequen de esa manera. Por eso Juan dice: “Guardaos de los ídolos” (1 Jn 5.21).
Si atesoramos algo o a alguien por encima del Señor, estamos practicando la idolatría en un grado u otro. Lo que más valoramos se revela a menudo por la cantidad de tiempo que le dedicamos, los sacrificios que hacemos y el dinero que gastamos en ella. Los ídolos nos distraen de la devoción sincera a Dios y nos engañan haciéndonos creer que la satisfacción y la plenitud se encuentran en ellos, en vez de en Él.
Deshacernos de los ídolos del corazón será inútil hasta que aprendamos a valorar al Señor más que a cualquier cosa o persona. Es como jugar a Pegarle al topo. Tan pronto como derribamos un ídolo, aparece otro. La clave para vencer la idolatría es aprender a desarrollar un mayor amor y comprensión del único Dios verdadero por medio de su Palabra. Cuando Él es el deseo supremo de nuestra alma, todos los demás dioses serán expulsados de nuestro corazón.
Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
3 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. 4 Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
La vida antigua y la nueva
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
Dan/Sfd