20 de enero de 2023

Efesios 2.1-3

Gracia es el amor inmerecido que Dios muestra al pecador. Él expresó este amor por medio de la muerte sacrificial de su Hijo, y ese amor viene a ser nuestro cuando recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador. Por gracia, somos perdonados por Dios y adoptados en su familia.

El pasaje de hoy describe nuestra vida antes de la gracia, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Esto significa que cada uno de nosotros nace insensible a las cosas de Dios. Nuestra naturaleza se aleja del Señor, y en su lugar se dirige a nosotros mismos y a los caminos del mundo.

Antes de encontrarse con la gracia, Saulo de Tarso (conocido más tarde como el apóstol Pablo) era muy religioso, pero ciego a la perspectiva y al plan de Dios. Se opuso activamente a los que seguían a Cristo (Hch 26.9-11). Con el designio de destruir la Iglesia, trató de erradicar la fe cristiana, que consideraba falsa. Continuó persiguiendo a los creyentes hasta que se encontró con el Señor Jesús en el camino de Damasco (Hch 9.3-6). Allí rindió su voluntad a Él y se convirtió en un verdadero seguidor de Cristo.

Al igual que Pablo, algunas personas son religiosas, pero carecen de una relación personal con Jesucristo. ¿Eso le describe a usted? Dios ofrece hoy a cada uno de nosotros la gracia y la salvación a través de la fe en Él.

Biblia en un año: Éxodo 13-15

Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios

Salvos por gracia

2 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, ² en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, ³ entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Dan/Sfd