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Dios de gracia
Nuestro Señor se deleita en bendecir a sus hijos.
El carácter de Dios es malinterpretado y distorsionado por el mundo, pero incluso los creyentes pueden tener una percepción equivocada de Él. Algunos ven a nuestro Padre amoroso como autoritario, severo o tacaño, pero todo buen regalo que tenemos proviene de Él.
Dios nos ha dado gratuitamente el perdón, la redención, la justificación, el cuidado providencial, la adopción en su familia, y una herencia gloriosa en el cielo. Todo es nuestro en la salvación; sin embargo, hay una idea equivocada entre algunos creyentes de que la gracia del Señor hacia nosotros varía de acuerdo con nuestro comportamiento o nivel de madurez espiritual.
Pero esto no puede ser verdad, porque el Señor nunca cambia. Su favor ilimitado e inmerecido se prodiga a todos sus hijos, sean o no conscientes de ello. Y el crecimiento espiritual de ellos acrecentará su capacidad de reconocer y disfrutar ese favor.
Nuestro Padre celestial no es tacaño. Abre su mano de par en par para derramar su gracia sobre nosotros. En vez de probar pequeños bocados de su Palabra, debemos devorar “comidas” enteras cada día. Siga el consejo del salmista: “Probad y ved que el Señor es bueno” (Sal 34.8 LBLA)
Biblia en un año: Josué 13-15
Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diario
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Sfd/Dan