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A contracorriente
No tenemos por qué temer al fracaso cuando confiamos y obedecemos al Señor.
Dios nos habla y ayer aprendimos lo importante que es escucharlo. Pero como todos sabemos, la suya no es la única voz que existe. ¿Significa esto que nunca debemos escuchar a quienes nos rodean? Por supuesto que no, en especial cuando las voces pertenecen a hombres y mujeres de fe que el Señor pone en nuestro camino. Pero con tantos mensajes compitiendo por muestra atención, debemos tratar de escuchar el consejo de las Sagradas Escrituras y estar atentos a los impulsos del Espíritu Santo por encima de todo. Y luego debemos obedecer a Dios. En la medida en que lo hagamos, nuestra vida será diferente a la de los demás.
A veces, el temor al fracaso puede desanimarnos de hacer las cosas a la manera de Dios. Pero, en última instancia, debemos preguntarnos si vamos a escucharlo a Él o al mundo. Recuerde que usted nunca tiene que temer al fracaso cuando obedece al Señor. Él interviene en tiempos difíciles, y promete actuar a favor de quienes esperan en Él (cf. Is 64.4).
Mantenerse firme requiere valentía. Por eso, Pablo dijo: “Fortaleceos en el Señor” (Ef 6.10). Toda la presión del mundo no puede hacerle ceder cuando confía en la Roca sobre la que se encuentra. ¿Está escuchando al Señor y obedeciéndolo?
Biblia en un año: 2 Reyes 10-12
Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
Dios, el único refugio
Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.
62 En Dios solamente está acallada mi alma;
De él viene mi salvación.
2 Él solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho.
3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada?
4 Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah
5 Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.
Dan/Sfd