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Lo que es suyo es mío
Dios instruye a sus hijos para que participen en su obra en la Tierra.
Para sacarle el máximo provecho a este devocional, lea los pasajes a los que se hacen referencia.
Imagínese al agua fluyendo desde una roca hasta convertirse en un arroyo, luego en un río, y finalmente desembocando en el mar. De manera semejante, todo fluye de la provisión de Dios para nosotros. Cuando Dios nos da habilidades y otras bendiciones, eso no es un accidente, un producto de nuestro esfuerzo, ni el resultado de buenos genes. Nuestro Dios es un Dios que sabe lo que está haciendo, y Él nos da a cada uno dones diferentes de manera muy específica e intencional, a veces solo para el beneficio de los demás (1 Co 12.4-7).
Si usted tiene habilidades, puntos fuertes o bendiciones económicas particulares, dé gracias a Dios. El propósito de nuestros dones no es hacernos sentir mejor con nosotros mismos o mejorar la forma en que otras personas nos vean. Los dones de Dios son una oportunidad para que le conozcamos mejor y participemos en la edificación de su reino. Por medio de ellos, y en obediencia a Él, cumplimos su misión.
PIENSE EN ESTO
- ¿Qué cree usted que significa ser “buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 P 4.10) en la cultura actual?
- ¿Cómo se siente, al saber que Dios nos da a propósito dones diferentes?
Biblia en un año: 2 Crónicas 11-14
8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados. 9 Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones. 10 Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Dan/Sfd