Un pensamiento integrador para la Educación Dominicana

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Un pensamiento integrador para la Educación Dominicana

Por Darío Nin

A veces parece que lo que la escuela enseña no tiene un fin último e integrador.  El estudiante recibe física y se pregunta para que me sirve e igual gramática, biología o química; así como cualquier otra asignatura.  En mi vida, en la mía, en la tuya, en la práctica, en el aquí y el ahora, para que me sirven.

Angel Palacio, a quien considero el mejor maestro con quien me he topado en toda mi vida, recoge en su libro “Educar es mucho más”, lo siguiente: “Quizás nunca más que hoy necesitamos, ante la fragmentación del pensamiento, un pensamiento integrador. Ver el hecho educativo en toda su dimensión, en todos sus aspectos, pero dándole un carácter unitario…”

La educación encuentra ese carácter unitario retomando la filosofía de la educación. que es en sí misma, una reflexión integradora y globalizante, que produce un saber estructurador y organizado, cuyas finalidades son poner orden y coherencia entre los datos de las ciencias positivas especializadas.

Lo que externo en este artículo no es más que un resumen poco generoso de lo que puedo extraer de su obra ya señalada

Al inicio de esta, Angel Palacio aborda las funciones de la filosofía de la educación, e introduce diciendo que la filosofía de la educación como toda filosofía, tiene una clara y definida función de crítica, para en lo de a continuación. apuntar que “el mayor enemigo de la educación es la rutina. El educador parece ser un peón que obedece reglamentos, ordenanzas y normas. Entra a las ocho y sale a la una. Enseñan lo que le mandan las autoridades, la tradición, las costumbres, lo pedagógicamente correcto”

El autor hace hincapié en que la filosofía de la educación “da valor para distanciarse del quehacer cotidiano y contemplarse a sí mismo y a los colegas inmersos en el medio educativo, manejados por unas creencias que nunca se han analizado y menos criticado, que se asumen sin más consideración”

Apuntala que estas creencias, estas pautas, deben ser sometidas a la crítica personal y objetiva. Señalando finalmente en esta parte, que esta es la tarea de la filosofía, (de la filosofía la educación agrego yo)

Asegura el profesor Palacio, que esta función nos permite ver la educación de una manera objetiva, sin dependencia de autoridad, tradición o cualquier imposición ajena a nosotros. “Sin la labor crítica de la filosofía la actuación del educador sería ciega y fatalmente manipulable.

“Esta Crítica hecha no por expertos ajenos a la escuela, sino por los protagonistas de los procesos educativos es de mucha importancia. Nos permite, en definitiva, dar el salto de la domesticación y sumisión a la construcción de espacios de libertad y autonomía donde las personas tratan de superar la irracionalidad y de injusticias que desvirtúan sus vidas”.

Finalmente agrega que, esta crítica puede afectar aspectos medulares de la problemática educativa. Incluso por arriba de intereses arraigados, pero ajenos a la educación en sí misma. Y así convierte la educación en transformadora, liberadora, capaz de tocar las estructuras sociales, cuestionarlas y proponer elementos para el cambio, liberando a la escuela de su tradicional papel de reproductora de un orden que se ajusta a los intereses de minorías controladas por la sociedad y el estado.

Es por lo hasta aquí expuesto, que sin duda alguna la filosofía de la educación es una reflexión integradora y globalizante, que produce un saber estructurador y organizador, cuyas finalidades son poner  orden y coherencia entre los datos de las ciencias positivas, con el fin ya expuesto.

A ti lector, que ojalá seas maestro, te dejo las tácitas preguntas, en espera de prácticas respuestas. ¿?

Hasta la próxima-

Dan/Sfd

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