En audio
MEDITACIÓN DIARIA

Los requisitos del servicio

Antes de poder compartir el amor de Dios, debemos identificar las necesidades de la gente que nos rodea.

Lucas 19.1-9

Ayer estudiamos que a los creyentes se nos han dado dones para servir al Cuerpo de Cristo. De hecho, el Señor Jesús es nuestro mejor ejemplo (Mt 20.28). Hoy, veamos tres cosas en la historia de Zaqueo que pueden ayudarnos a servir como lo hizo el Señor.

1. ATENCIÓN: Aunque estaba rodeado de una multitud, Cristo notó a un hombre en particular que estaba subido en un árbol. Zaqueo era odiado y rechazado por ser un recaudador de impuestos. A pesar de su riqueza, algo faltaba en su vida, y Cristo reconoció su necesidad. La gente a nuestro alrededor está buscando esperanza, pero a menudo estamos demasiado distraídos para darnos cuenta.

2. ACCESIBILIDAD: Cristo se dirigía a Jerusalén para llevar a cabo el acto más importante de la historia de la humanidad: nuestra redención. Sin embargo, se detuvo para comer con un hombre espiritualmente necesitado. ¿Qué podría ser tan importante que le impida a usted darles a otros de su tiempo?

3. ACEPTACIÓN: Aunque Zaqueo era un notorio pecador, el Señor no le dijo: “Arregla tu conducta, y después iré a tu casa”. Estamos llamados a amar a las personas, no a arreglarlas.

¿De qué manera sirve usted a quienes le rodean? Tal vez sea hora de que abra sus ojos espirituales para ver si hay alguien a quien pueda ayudar.

Biblia en un año: Salmos 85-89

Tomaodo :https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios

Jesús y Zaqueo

19 Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.

Read full chapter

Dan/Sfd

 

SHARE