En audio
|
¿Por qué a mí Señor?
Si Dios permite que la adversidad llegue a su vida, sepa que Él tiene un buen propósito para usted y que le acompañará en todo momento.
Cuando la vida se pone difícil, podemos pensar por qué y preguntarnos: ¿Me está castigando Dios? ¿Se ha olvidado de mí? A veces sabemos que estamos afrontando las consecuencias del pecado o de decisiones insensatas, pero otras veces la razón no está tan clara. Y cuando la enfermedad, la muerte o alguna otra fuerte adversidad entra en nuestra vida, es aún más difícil entender el propósito de Dios al permitirlo, sobre todo si lo estamos siguiendo fielmente.
La Biblia nos muestra muchas maneras en que Dios utiliza las dificultades en la vida de los creyentes. Puede ser para llamar nuestra atención, ayudarnos a vencer el orgullo o enseñarnos a odiar el pecado. A veces es para recordarnos nuestra dependencia de Él, demostrar su fidelidad o darnos herramientas para reconfortar y servir a los demás. Otras veces, Dios quiere mejorar nuestra comprensión de Él o aumentar nuestra fe.
La Biblia nos exhorta a gozarnos en medio de las pruebas (Mt 5.12; Hch 5.41; Ro 5.3; Stg 1.2), y Romanos 8.28 promete que todo lo que Dios hace es para el bien de quienes lo aman. ¿Reduce esto el dolor y la duda que acompañan las pruebas? No, pero el Salmo 23 promete que Dios está con nosotros y nos consuela en medio del valle (Sal 23.4). Puede que no siempre calme la tormenta que nos rodea, pero aquieta nuestro corazón cuando clamamos a Él.
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Biblia en un año: Salmos 139-144