En audio
|
Las verdaderas riquezas
Lo que más necesita nuestro corazón solo llega por medio de Jesucristo.
10 de julio de 2023
Segunda a los Corintios 8.9 nos dice que Cristo se hizo pobre para que nosotros pudiéramos tener las riquezas de la gracia. En otras palabras, dejó atrás su divinidad y asumió las limitaciones de la humanidad, todo para nuestro bien. Como resultado, quienes hemos creído en Dios somos:
- ESCOGIDOS. Dios nos escogió desde el principio para que le perteneciéramos (2 Ts 2.13), aunque no lo merezcamos.
- REDIMIDOS. Ya no somos esclavos del pecado, porque el Señor Jesús pagó la deuda que teníamos (1 P 1.18, 19).
- JUSTIFICADOS. Todos hemos pecado, pero a los ojos de Dios, somos “no culpables”. (Véase Ro 3.23, 28).
- RECONCILIADOS. El pecado nos enemistó con Dios, pero por medio de Cristo nuestra relación ha sido restaurada (2 Co 5.18).
- PERDONADOS. Dios ha perdonado todos nuestros pecados pasados, presentes y futuros (He 10.10).
- LIBERADOS DE LA CONDENACIÓN. Nunca podríamos haber guardado la Ley a la perfección; por eso Cristo vino a cumplirla, y podemos vivir sin miedo a ser condenados (Ro 8.1, 2).
Las palabras anteriores describen a todos los que confiamos en Cristo, tanto si tenemos un buen día o un mal día. Dios nos ve en esos términos porque nos ama. Así como el apóstol Pablo, alabemos a Dios, “que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Ef 1.3).
Biblia en un año: Proverbios 9-12
Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios
Efesios 1:1-8
Salutación
1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Bendiciones espirituales en Cristo
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
Dan/Sfd