En audio
MEDITACIÓN DIARIA

El camino a la verdadera grandeza

El camino al sacrificio conduce a una vida fructífera que refleja el amor de nuestro Salvador.

15 de julio de 2023

Mateo 16.21-27

En nuestra cultura, el éxito se basa en los logros. Admiramos a quienes se desempeñan bien en el atletismo, los negocios y las artes. Pero en el reino de Dios la grandeza se encuentra en una vida de obediencia. El Señor Jesucristo encarnó esta grandeza por medio de su…

  • SACRIFICIO. Cristo, “siendo en forma de Dios” (Fil 2.6), eligió vivir entre nosotros. Haciendo a un lado su autoridad divina, pasó sus primeros 30 años en el anonimato y luego llevó a cabo fielmente el plan de Dios hasta su muerte. Los días del Señor en este mundo son un ejemplo para nosotros de una vida de sacrificio (Fil 2.7, 8).
  • SERVICIO. El Señor Jesucristo dijo que Él había venido “para servir, y dar su vida en rescate por muchos” (Mr 10.45). Durante su ministerio público, Él dio su tiempo, atención y energía por amor a los demás. También alimentó y sanó a muchas personas. Pero el acto supremo de servicio del Señor fue morir en la cruz para que nosotros pudiéramos tener vida eterna.

Nuestro Salvador nos llama a seguir su ejemplo de servicio sacrificial (Lc 9.23). Es una tarea difícil, pero Él promete que podemos cumplirla con su ayuda: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto” (Jn 15.5).

Biblia en un año: Proverbios 26-28

Tomado de:https://www.encontacto.org/lea/devocionales-diarios

Jesús anuncia su muerte

(Mr. 8.31—9.1Lc. 9.22-27)

21 Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. 22 Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. 23 Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.

24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. 25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? 27 Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.

Dan/Sfd

SHARE