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Carta a un amigo”
sin dudas eres un hombre exitoso.
Por Darío Nin
Santo Domingo, 18 de julio 2023.
Para ti amigo, que sabes que siempre estaré
Quisiera empezar este escrito trayendo una sentencia bíblica que la encontramos en Mateo 16:26. “Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma o que recompensa dará el hombre por su alma.”
Lo expresado, los cristianos lo tomamos literalmente, para quien no sea cristiano también tiene una tremenda lección
La sociedad nos ha enseñado que el éxito se logra por la capacidad de aparentar felicidad con la exhibición de cosas, de logros materiales.
Tengo bienes, tengo dinero y le rompo los ojos a los demás con mi cúmulo de posesión; entonces, a los ojos de este mundo soy un hombre de éxito, pero a qué precio he conseguido ese “éxito”
He pagado eso con el sacrificio de mi tiempo de calidad, de mi familia, de mi tranquilidad, de mis principios y valores. He conseguido el dinero pero he pagado con mi vida y con la vida de los míos. Es como dicen en el campo “es rico porque le ha vendido su alma al diablo”
“Estas cosas os he hablado para que en mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”
Un hombre que estando un par de escalones más debajo de la miseria, que vence las visicitudes de la vida cargando con un aguijón que ya lo tenia antes de nacer, que lidió con eso y venció, que creció materialmente consiguiendo mas allá de sus necesidades básica, que levantó una familia de cinco hijos, todos profesionales inteligentes, rectos, que andan en el buen camino, una esposa abnegada, dedicada, virtuosa; no le debe quedar duda alguna que es un hombre de éxito.
Todo esto no significa que la guerra para ganarla hay que ganar todas las batallas. No. Se puede perder muchas batallas y aun ganar la guerra.
Este mundo y su éxito mal enfocado nunca saciará al hombre, porque satisfecha una necesidad te creará intencional y forzadamente otra para mantenerte esclavizado, “titirizado” de su falsa concepción de éxito.
No veas las cosas no logradas como fracaso, ve eso como piedras que te servirán para afianzar un camino fangoso.
Si voy a al este y me doy cuenta que estoy avanzando hacia el oeste, no hago nada con seguir caminado, debo hacer una pausa y reencausar mi rumbo, pues por el camino en que iba me llevara muy lejos de la meta buscada.
Debes dar la vuelta no para buscar lo que quedó atrás si no para reencausar hacia la direccion correcta. Y empieza a caminar convencido que estás en el camino correcto.
“Hermano yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que esta delante”
No te invito a que transites mi camino, en el que aun lucho por avanzar, porque además para estar debes ser llamado o escogido y si estas escogido, aunque no escuches el llamado hoy, vendrás cuando sea tu momento y él te llame, no hay forma ni marea de resistirse.
Quizas este mensaje sea el llamado que te hace, la correspondencia que me ha dictado. Porque no quiere tal vez, repetir para ti lo que le dijo al hombre del granero:” “Y yo diré a mi alma, muchos bienes tienes ganados, para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate, pero Dios le dijo: Necio esta noche vienen a pedirte tu alma y lo que has provisto ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Bien…, me he ido mucho a lo espiritual, pero te voy a recomendar unas letras muy viejas, se llama desiderata (vida deseada) y un escrito que publiqué hace ya unos años que te dejo el vínculo aquí.
Admito que tienes toda la razón en la no procrastinación y la mejor manera de hacerlo es haciendo las cosas como si fueran para Dios, claro, sabiendo que no somos perfectos y hay un margen de error.
Hasta la próxima hermano.