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¿CUANTO NOS QUEDA COMO DOMINICANOS?
Santo Domingo, 30 de Julio 2023
Darío Nin
En un conversatorio que desarrollo desde 2018, a raíz de que estando en los Estados Unidos, específicamente en Queen, New York, un dominicano me manifestó que él no creía en la independencia de la República Dominicana, pues él no podía creer que con un sólo trabucazo y dos o tres personas se pueda lograr la independencia de un país.
Existe un artículo en las redes desde esa fecha que titulé el Costo de una Patria en Sudor, Sangre y lágrimas. También lo encontrará como: “Motivos para el conversatorio El Costo de Una Patria”. Si le pudiere interesar lo que allí expreso, le recomiendo buscarlo.
En febrero del 2020, también escribía en varios medios, sobre el Conversatorio Nacional “El Costo de una Patria”. Un conversatorio más allá de febrero. Siembra de Patria más allá de febrero para una cosecha eterna.
Hace más de un año escribí otro artículo que titulé: “ La indiferencia, la falta de instrucción y el desamor matan la Patria. Hoy Nuestra Patria agoniza y no queremos darnos cuenta. ¡Qué pena…!” tambien lo puedes buscar.
Este artículo lo difundí al público al que pude llegar, anteponiendo las siguientes preguntas: ¿Tú irás a los funerales de la Patria? ¿Cómo deudo o como acompañante? ¿Cómo agresor o como víctima? ¿Cómo autor o como cómplice? ¿Por acción o por omisión? ¿Llorarás o reirás? ¿Ya sabes cómo se lo explicarás a tus hijos y a tus nietos? Y lo más penoso : Caray…Cómo lo justificarás ante tu conciencia!
Si sigo escudriñando escritos con gritos de impotencia y advertencias, no termino y perderíamos lo enunciado en éste.
Si buscaste los artículos en el de la indiferencia encontrarás las siguiente pregunta: ¿Cuál de estas tres cosas dura para siempre? a) Un árbol de caoba, b) un árbol de roble, C) la Patria.
Ya , saben cual es la respuesta que da la mayoría, y muy probablemente ha dado usted, si hizo el ejercicio de la escogencia conforme al enunciado. Y como aquella vez,le respondo ahora que no, que no es la Patria, pues las patrias mueren, generalmente las matan, más los de adentro que los de fuera.
Si quieres confirmar lo que digo ponga ahora mismo en google nombres de países que han desaparecido y la lista resultante no sería corta.
Tu país, tu patria, tu nación no es la excepción, puede morir, es más, ya está muriendo, el por qué lo afirmo quedó explicado en los artículos de referencia. Hoy está en agonía, solo la ayuda de Dios y con el favor de él, el despertar de conciencia, pues de lo contrario ya no hay vuelta atrás.
Los dominicanos estamos embobados, sin interés, sin conciencia, sin respeto, sin amor por lo que a nuestros causantes les costó sudor, sangre y lágrimas por muchos años y muchas luchas, pero como ni tú ni yo hemos pagado nada, ¡que nos importa! Total no tengo aquí más que el polvo de la tierra del camino y con eso no se come verdad?
Pero aún así, este es el único lugar en todo el universo en donde no eres extranjero, lo que te da sentido de pertenencia y el perderla, muy probablemente te lanzará a navegar sin rumbo y a la deriva con el alma entristecida.
La soberanía, no se mendiga, se impone con coraje y fuerza. ¿Y si nos falta uno y lo otro con qué la imponemos? Quizás nunca la hemos tenido y andamos como el perro aquel que cree que es libre porque anda suelto, pero arrastrando la soga al cuello.
Bueno…, para que le cuento más si ya usted lo sabe aunque no quiera admitirlo o se resista a creerlo.
¡ Ah…,! pero, ¿ Cuánto nos queda para la pérdida? Realmente no me atrevo a aponer fecha, pero es muy poco, de hecho ya estamos como el que vive los depósitos del inquilinato y después, si no nos mudamos nos echaran a la fuerza, pero peor aún esta casa en la que nacieron desde mis bisabuelo hasta mis nietos, ha llegado un forastero que asegura la propiedad le pertenece. Vino con la fuerza policial , alegando que esto siempre ha sido de sus padres, pues aunque fue expropiada a sus bisabuelos por supuesto interés público, nunca lo han aceptado y no han recibido el supuesto pago que le correspondía en situaciones como esta para que la expropiación se dé .
Lo peor es que vino acompañado de la policía del mundo y con su protección ha colocado su bacinilla repleta en el comedor de mi casa y lo escucho hachando la caoba centenaria producto del cuido de generaciones, para hacer carbón. Mi jardín ya no existe, sí, ese hermoso jardín cuidado por mí, y, plantado por los míos que ya marcharon. Lo plantaron cuando pensaron que esta propiedad realmente era nuestra, que aqui viviaríamos de generación en ngeneración.
Hasta la próxima.
Dan.