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Este artículo fue publicado por varios medios digitales en febrero y marzo del 2011 y revisando mi trayectoria a ver si he sido coherente, ya que uno mismo tiende a olvidar quien es, de donde viene y a que aspira, y, con el tiempo “se ajusta los lentes” para ver como bueno lo que una vez no vio como tal, si eso, en un ejercicio de “beneficio reflexivo”, ahora te conviene. Muchos políticos nos dan el mejor ejemplo. Bien…, encontré unos artículos que pretendo ir recreando en estos tiempos diez  o quince años después. El presente es uno de ellos y 11 años  después de invito a leerlo y reflexionarlo.

“LOS BENEFICIOS DE LA IGNORANCIA”.

Los conocimientos son generadores de problemas, una vez que usted aprende algo nuevo, viene con  esa nueva adquisición, un problema.  Si aprende que en el agua hay bacterias y microorganismos que dañan su salud, viene el problema de que tiene que hervir el agua.

Si aprende que el dengue se produce en aguas estancadas y limpias desde el mismo hogar suyo, viene el problema de que tiene untar el tanque con cloro y que tiene que taparlo y evitar las aguas estancadas.

Una vez que descubrimos que hacer ejercicio trae salud, viene el problema de que tenemos que ponernos a caminar, cuando aprendamos que estamos comiendo comida chatarra y ésta enferma a la gente, viene el problema mayor.

Como ven, ser ignorantes es grandemente beneficioso, la ignorancia evita conflictos, evita preocupaciones, “siembra paz”. No hay ignorante alguno capaz de iniciar una reyerta social, revolución o guerra, puede usted encontrar uno que no supiera leer y escribir que la iniciare, más no lo ha hecho nunca un ignorante.

Los ignorantes son indolentes, nada le mueve, actúan como los animales; sólo por instinto, la lógica y la razón brillan por su ausencia.

¡Que viva la ignorancia! Cuando hay ignorancia, los países, aunque no experimenten desarrollo económico, experimentan crecimiento y cuando lo dividen entre todos,” yo salgo rico”, aunque no vea un centavo de esos.

A propósito de ricos, la riqueza no necesariamente es sinónima de no ser ignorante. Hay dos o tres cabezas de familia que piensan y poseen conocimientos acabados, detallados y casi completos o busca a quienes lo posean para ponerlos a sus servicios, pero la mayoría son unos ignorantes. Y… ¿Que ignoran?, Oh, ignoran, que esas riquezas a las que cuando la ponen al microscopio tienen sudor y sangre, vida y muerte, algún día le cavará su propia tumba social y quién sabe, aunque jamás seria mi deseo, también la física.

Habrá un día, aunque no sea por conocimientos, que las hordas salvajes e ignorantes vendrán, saquearan y destruirán todo lo conseguido, porque el hambre es un impulsor instintivo, el hambre pone nervioso a quien la siente y sufre y quien tiene hambre, que es igual al “mal comio”, no piensa; solo actúa; cuando actúen así, ya no habrá tiempo para alimentarlos pacíficamente en el camino.

La más grande generadora de recursos en el mundo es la ignorancia. La ignorancia fabrica y procesa la droga que enriquece al capo. La ignorancia trafica como mula con la droga que también enriquece al capo.

La ignorancia permite que, en nuestros países, se sucedan gobiernos malos por menos malos y menos malos por mas malos que el que sustituyó el anterior.

La ignorancia genera miles de millones a la industria farmacéutica comprando medicamentos de marcas; cuando de necesitarlos se podría recurrir a un genérico y a otras soluciones naturales o simplemente a la prevención.

La ignorancia busca marca y fama, aunque la calidad no exista, gasta, aunque no necesite hacerlo. La ignorancia garantiza un mercado súper activo que enriquece al que más tiene y empobrece al que menos posee, como para que se cumpla la sentencia de que “el dinero va donde hay dinero”.

La ignorancia permite que trafiquen contigo mismo, te tomen de ¨pentonto¨. La ignorancia te hace creer que tú elijes presidente, cuando ya la élite lo ha elegido por ti, y te pasan dos candidatos para que tú los legitimes; candidatos que jamás intentarán poner en juego los intereses de quienes previamente los han elegido, subsidiando sus costosas campañas y con quienes tienen sus almas empeñadas.

La ignorancia Genera riqueza en la fábrica, en la industria; las que hacen que los dueños sean extremadamente ricos y los productores de ella extremadamente pobres y cada vez mas ignorantes, pero… yo no soy abogado de los pobres ignorantes, ni de ignorantes pobres. ¿Verdad?

Además, la ignorancia permite que un iluso como yo escriba estas cosas cuando debería saber que a ti te da igual una que otra; porque finalmente eres de los que creer que lo legal es justo. ¡Que viva la ignorancia! Usted perdone mis ofensas.

Hasta la próxima.

Por Darío Nin

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