Durante la reciente visita del presidente Zelenski a Canadá, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció una inversión significativa de 650 millones de dólares canadienses (equivalentes a unos 452 millones de euros) para la adquisición de 50 vehículos blindados fabricados por compañías canadienses, fortaleciendo así la capacidad defensiva de Ucrania. Además de este importante acuerdo de cooperación en materia de defensa, ambos países suscribieron un tratado de libre comercio con el objetivo de promover la estabilidad a largo plazo en Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, expresó su satisfacción al firmar este acuerdo de libre comercio con Canadá, destacando su contribución al respaldo de la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible de Ucrania.
Cabe mencionar que Canadá también ha tomado medidas concretas en respuesta a la situación actual, imponiendo sanciones económicas a 63 entidades e individuos rusos que se consideran cómplices en la transferencia y custodia ilegal de niños ucranianos.
Trudeau y Zelenski planean llevar a cabo encuentros en Toronto con la comunidad ucraniana local, subrayando la importancia de la relación entre ambos países.
Por otro lado, en un acontecimiento relacionado, Ucrania llevó a cabo un ataque con misiles dirigido al cuartel general de la Flota del Mar Negro de Rusia en Sebastopol, Crimea. El ataque, según el jefe de inteligencia de Ucrania, Kyrylo Budanov, resultó en nueve fallecidos y 16 heridos, incluyendo a dos generales rusos. En contraposición, el Ministerio de Defensa ruso informó que el ataque causó daños en el edificio que alberga el cuartel general de la Flota del Mar Negro y dejó al menos seis heridos, sin mencionar víctimas mortales.
Este incidente ocurrió después de que Rusia llevara a cabo bombardeos en diversas ciudades de Ucrania con misiles y ataques de artillería, que lamentablemente cobraron la vida de al menos cinco personas. Expertos militares señalan que los ataques ucranianos contra objetivos en Crimea podrían tener un impacto en la moral rusa y debilitar su capacidad militar.
Durante la reciente visita del presidente Zelenski a Canadá, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció una inversión significativa de 650 millones de dólares canadienses (equivalentes a unos 452 millones de euros) para la adquisición de 50 vehículos blindados fabricados por compañías canadienses, fortaleciendo así la capacidad defensiva de Ucrania. Además de este importante acuerdo de cooperación en materia de defensa, ambos países suscribieron un tratado de libre comercio con el objetivo de promover la estabilidad a largo plazo en Ucrania.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, expresó su satisfacción al firmar este acuerdo de libre comercio con Canadá, destacando su contribución al respaldo de la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible de Ucrania.
Cabe mencionar que Canadá también ha tomado medidas concretas en respuesta a la situación actual, imponiendo sanciones económicas a 63 entidades e individuos rusos que se consideran cómplices en la transferencia y custodia ilegal de niños ucranianos.
Trudeau y Zelenski planean llevar a cabo encuentros en Toronto con la comunidad ucraniana local, subrayando la importancia de la relación entre ambos países.
Por otro lado, en un acontecimiento relacionado, Ucrania llevó a cabo un ataque con misiles dirigido al cuartel general de la Flota del Mar Negro de Rusia en Sebastopol, Crimea. El ataque, según el jefe de inteligencia de Ucrania, Kyrylo Budanov, resultó en nueve fallecidos y 16 heridos, incluyendo a dos generales rusos. En contraposición, el Ministerio de Defensa ruso informó que el ataque causó daños en el edificio que alberga el cuartel general de la Flota del Mar Negro y dejó al menos seis heridos, sin mencionar víctimas mortales.
Este incidente ocurrió después de que Rusia llevara a cabo bombardeos en diversas ciudades de Ucrania con misiles y ataques de artillería, que lamentablemente cobraron la vida de al menos cinco personas. Expertos militares señalan que los ataques ucranianos contra objetivos en Crimea podrían tener un impacto en la moral rusa y debilitar su capacidad militar.