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“La cleptocracia (Gobierno de ladrones) y el atraso económico” 14 años después.
Por Darío Nin
El 13 de diciembre del 2009, el digital Almomento.net y otros publicaron un artículo que titulé “ La cleptocracia y el atraso económico”. Hoy por casualidad, mientras buscaba algo en los correos pasados encontré el artículo que a esta fecha lleva catorce (14) años y coincidencialmente lo encuentro en un momento en que acaba de finalizar un seminario internacional sobre Construcción de ciudadanía responsable y control social, que a iniciativa del titular de la institución del Defensor del Pueblo Pablo Ulloa, ésta desarrolló por dos días en un hotel de Santo Domingo.
Un año atrás escribí la primera parte de un artículo que titulé cumplamos nuestros deberes fundamentales (I) y recientemente cumplamos nuestros deberes II; culminando hace apenas tres o cuatro días. Uno que hace un llamado especial para cumplir nuestro deber contenido en el inciso 12 del artículo 75 de Nuestra Constitución. Que tiene que ver con nuestro derecho y deber de velar por la calidad de la democracia y la supervisión social de la administración (control social).
Al darse todas estas coincidencias, todos los caminos apuntan a reproducir éste, de 14 años atrás, que como dije: titulé “La cleptocracia y el atraso económico.” Transcribo:
“En un informe publicado por el Banco Mundial en el año 2000, se indica que la corrupción económica es el mayor obstáculo para el desarrollo social y económico de un país, ya que debilita los fundamentos institucionales de los que depende el crecimiento económico.
Con este informe el Banco Mundial no inventó nada nuevo, pero descubre la olla de pandora que mantiene sumidos en el atraso a naciones y países como el nuestro.
La cleptocracia es un término acuñado en economía, para designar a los gobiernos de ladrones, como los que ha habido en esta isla de Santo Domingo desde el descubrimiento de América.
En el caso de la República Dominicana ésta se ubica desde la fundación misma. Si no hubiese sido así, Duarte no muere en la más espantosa miseria expatriado en Venezuela, mientras que el país que soñó estaba secuestrado por el sector más corrupto y pernicioso de la época.
No he venido a contarles historia, aunque no está demás que hagamos una retro visión para recordar a Santana, Báez, Lilís, Trujillo, Balaguer. Tiempos pasados que repercuten fuerte y ensordecedoramente en el presente.
En la cleptocracia el robo no sólo es el simple dinero del pueblo; ese gobierno de ladrones, ha robado la oportunidad del desarrollo, ha secuestrado la dignidad humana y la esperanza, las cuales tienen mayor significación que el dinero en sí. ya que como dice una frase usada por el Banco Central y un poco torcida por mí, “más que dinero nos han robado nuestras riquezas”.
Los cleptócratas han robado el imperio de la ley, que es uno de los bienes públicos más importantes que suministra el Estado. Esto así porque los gobiernos corruptos tienen mucho interés en asegurar que ningún sistema jurídico sea fuerte, pues necesita torcerlo mediante el soborno o el chantaje, cuando sus intereses personales entren en conflicto con los intereses nacionales.
Del mismo informe que les he mencionado en el primer parrado de este artículo, se desprende que existe una clara relación entre corrupción y el nivel de ingreso per cápita.
No es una coincidencia que en el orden administrativo gubernamental ningún país rico tenga un alto nivel de corrupción. En cambio, ocurre lo diametralmente opuesto en los países pobres. Saque usted sus conclusiones y aporte otro ejemplo de gobiernos cleptócratas.
Hasta la próxima.
Recuerde acaba de leer un artículo escrito hace 14 años.
Dan