En audio
|
Persona y Actitud
Por Dario Nin
Introducción
¿Qué actitud es esa, muchacho…?
Estoy seguro que tú, alguna vez en tu vida, lo has expresado en forma de reproche, dirigida sobre todo a un adolescente.
La actitud puede ser reprobada o aprobada por los otros y más que por los otros, por ti mismo. Seguro que te has reprochado por no haber dicho a tiempo lo que después entendiste que debiste decir o hacer. Por haber procrastinado algo que te traerá consecuencias negativas o te impediría disfrutar a futuro de algún beneficio que luego ves que otro, que sí puso en práctica la idea que tuviste primero, la propia tuya o la similar que a él se le ocurrió.
Te aseguro, que hoy tú estarías escribiendo este libro y no leyéndolo porque tú sería maestro y no alumno (salvo la excepción por supuesto). Pero nunca es tarde si la vida alcanza. Hoy es el día que te tocó y como dicen los mexicanos: “si está para ti, aunque te quites y si no está, aunque te pongas”. Pero tanto en una como en otra la actitud lo determina.
El párrafo anterior pudo haber despertado en ti una actitud a la defensiva, cuestionando mi arrogancia, cuando te expreso: “Te aseguro, que hoy tú estarías escribiendo este libro y no leyéndolo porque tú sería maestro y no alumno” me arriesgo a que me consideres un petulante y dejes de leer el libro” sobre todo si eres un profesional de larga data y acrisolada experiencia. Aprovecho para recordarte que todos somos grandes ignorantes, aunque no de las mismas cosas.