El asesinato de “Las Universitarias”. Lecciones de un trágico incidente 60 años después.

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El asesinato de “Las Universitarias”. Lecciones de un trágico incidente 60 años después.

Por Dario Nin

Janice Wylie fue una escritora y editora estadounidense que a la sazón trabajaba para la revista Newsweek en N.y.

Wylie vivía adjunto Emily Hoffert  en  un apartamento en el Upper East Side de Manhattan, Nueva York, hasta el día 28 de agosto de 1963, que fue un día memorable por  dos acontecimientos:

 El primero porque en la tarde de ese día Martin Luther King Jr. pronunció su famoso discurso “I Have a Dream” (Yo tengo un sueño) durante la histórica Marcha en Washington por el trabajo y la libertad.

La otra razón que hace memorable o recordado ese día, tiene como protagonista trágica a Janice Wylie y su compañera Emily Hoffert, las que fueron asesinadas en su apartamento en New York.

En el capítulo 2 del libro Inteligencia Emocional de la autoría del Dr Daniel Goleman, éste trae a colación el episodio de la muerte de estas jóvenes. Tragedia que se conoce como “El asesinato de las chicas de la ciudad”. O “el asesinato de las universitarias”

¿¨Por qué he titulado este escrito lecciones de un trágico incidente 60 años después? Lo hago porque este incidente trajo dos lecciones de las cuales debemos aprender y desde el incidente a la fecha, ya se cuentan 60 años.

La primera tiene que ver con el control de las emociones y las consecuencias de dejarse dominar por estas. Lo que entra al campo de la psicología y en este caso psicología emocional.

La segunda, tiene que ver con la criminología y la forma de investigar los crímenes, incidentes o sucesos; pues, en este incidente sucedió un acontecimiento que cambió para gran parte del mundo, la manera en que se obtiene las pruebas que se presentaran en juicio en contra del imputado.

Sobre la primera nos basta resumir a Goleman quien nos cuenta que Richard Robles es, o era una ladrón reincidente y adicto a las drogas,  con cientos de hurtos, pero que según relata muchos años después, ese 28 de agosto de 1963, decidió hacer su último robo, y este último lo hacía compelido por resolver una situacion de una necesidad económica para una amiga y su hija de tres año (por lo menos eso relato públicamente )

Este individuo se introdujo en el apartamento de las posteriores víctimas creyendo que no había nadie, pero se encontró ya dentro de éste, con Janice Wylie una de las dos residentes, a  la cual en el acto amenazó con un cuchillo y procedió a atarla y a amordazarla .

 Al marcharse, para desgracia de él y de ellas se encuentra a la salida con Emily Hoffert, quien regresaba a su hogar y para quien dispensó rápidamente trato similar.

Según su propio relato, recogido por Goleman en el libro del que he hecho referencia, quizas, (agrego yo) motivada por la presencia de su compañera y el trato que  Robles dispensó también a esta, hizo que Janice Wylie dejara salir sus pensamientos y sus emociones y empezó a amenazar a Robles  asegurándole que no descansaría hasta verlo tras las rejas por lo que estaba haciendo con ellas;  lo que expresaba con ahínco y vehemencia.

 Las amenazas y advertencias proferidas por Janice Wylie, asustaron de tal manera al intruso delincuente, que  le hicieron “cambiar de planes” pero sin razonamiento, por un asalto de la emoción del miedo,  pues no quiso entonces dejar rastros que le incriminaran y terminara nuevamente en prisión, sobre todo cuando la “libertad de la que disfrutaba” era bajo palabra.  Todo esto lo desesperó a tal punto que terminó silenciando con la muerte de esta y  de su amiga,

Aqui vemos que emociones fuera de control agravaron al extremo la situación de unas y del otro,

he aquí materia de la psicología

En principio, la policía incriminó por este hecho a otra persona, a quien le había obligado a confesar ser autor de éste crimen sin haberlo cometido. Lo que resultó, en el procesamiento y condena de George Whitmore Jr., un hombre inocente. Recibiendo entre 15 años y cadena perpetua. Pero, Whitmore logró una revisión del caso por lo que fue más tarde exonerado cuando se demostró que su confesi+on habían sido obtenidas de manera coercitiva y que no tenía conexión con el crimen.

 Es ahí en donde la nueva investigación da con el paradero, capturara y posterior condena del verdadero autor del hecho o sea de Richard Robles.

Esta es la otra lección dejada por el incidente, ya que este caso resaltó los problemas relacionados con las confesiones obtenidas bajo presión y llevó a cambios muy significativos en las prácticas policiales y en el sistema legal en cuanto a la obtención de pruebas. Materia para la criminología.

Este es un artículo para llevarnos a reflexionar.

Nos volveremos a ver en el camino. Hasta la próxima.  Bendiciones…

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