Confianza obligada. Esperanza con altísimas posibilidades de realización.
Por Darío Nin.
Al final experiencia real en el avión.
14 de marzo 2024
En tu vida llegará el momento que no te quedará de otra y tendrás obligatoriamente que confiar; aún cuando literalmente tu vida esté en juego o sea; tu vida esté apostada.
Te pongo algunos ejemplos; El primero que traigo a colación, ocurre en la situación que vivo en este instante, en la que me encuentro en medio un viaje de larga distancia desde el Caribe a Europa.
En este preciso momento, esta es mi situación: El avión un Boeing 737 de Air Europa, está desplazándose a 1083 km por hora o sea a unas seiscientas setenta y tres millas por horas, aproximadamente (673 m/h)
Nos restan dos horas y 58 minutos para nuestro aterrizaje en Madrid. Nos encontramos en este instante según la información que nos brinda la pantalla que tenemos al frente; A una distancia de 2913 kilómetros en pleno Océano Atlántico, con esperanza de estar en Madrid a las 10:28 de la mañana, hora local.
Volamos a una altitud de 585 000 pies y el avión de vez en cuando, experimenta leves sacudiones por el efecto de alguna turbulencias . Como ahora, mientras escribo.
Hay personas y cuéntenme a mi entre ellas, a quienes no le agrada verse encaramados en un avión ni por un minuto y le entra pánico el sólo hecho de pensar que tendrá que tomar un avión por siete u ocho horas.
Pero tienes que tomarlo, sí o sí. Es un contrato de adhesión, de cumplimiento obligatorio en un plazo predeterminado. Ese día hasta el apetito pierdes. “Las avenidas intestinales tienen gran fluido vehicular” ; pero llueva, truene o ventee, te tienes que montar, te darás la mano con el avión y te veras cara a cara con la situación.
Cuando así te encuentras, no te queda de otra que confiar; en la habilidad del piloto, en lo perfecto del avión o en la misericordia y protección divina. Así es.
No te queda de otra que serenarte y confiar en que ese vuelo aterrizará a la hora anunciada en el destino objetivo pre fijado.
Es ahí, cuando tienes que tener una confianza obligada; pues estás totalmente desarmado para tu auto defensa o auto protección
En una situación como la que describo, tu vida está en manos de: o del piloto, de la ingeniería del avión y su buen funcionamiento, o, en manos de Dios quien cuidará de los primeros o de cualquier variable extraña que se pueda tejer fuera, sobre la cual, no se tendría ningún control.
Lo mismo debes experimentar cuando vayas al quirófano y te sometas a una cirugía de alto riesgo. Tiene que entrar sí o si. No hay de otra.
Aquí debes confiar en el médico y su pericia, en la capacidad de respuesta del centro de salud y sobre todo; al igual que en la ocasión anterior, confiar plenamente el la protección divina, y pensar que más que esto Éste te librará de todo mal.
Cuando así te lo plantees, experimentarás una paz interior que sobrepasa todo entendimiento .
Al final sucede que todo salió bien y que las cosas resultaron como debían y esperabas que sucediera. Tomas conciencia sobre que toda angustia fue en vano, o sea; algo como que “cogiste fiaos” unos sufrimientos que pagaste caros en intranquilidad y desasosiego; caros y sin ningún beneficio.
¡Qué cosa eh!!!
Nos volveremos a ver en el camino.
Hasta la próxima. Que Dios te continúe bendiciendo…
Dan /Sfd.