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Mentes Sanas y Políticas Enfermas. Una mirada del Defensor del Pueblo a la Salud mental desde la perspectiva de los Derechos Humanos y Fundamentales.

Por Darío Nin (*)

Hace un par de semanas regresé de México en donde  durante tres días se reunieron los países de América Central, el Caribe latino y México  convocados por la OMS y la OPS, con el propósito de desarrollar un taller sobre la salud mental desde la perspectiva de los Derechos Humanos.

El día 11 de este mes de diciembre los participantes y otros invitados nos reunimos vía virtual para dar seguimiento  e incentivar  ejecución de planes y proyectos esbozados  al momento de la conclusión del mismo.

Como lo dije allí y lo reitero por esta  vía, el Defensor del Pueblo  de la República Dominicana como institución, con su titular Pablo Ulloa a la cabeza , no a ha sido ajeno a la realidad planteada allí  y a las exigencias demandadas.

En ese sentido vale citar una investigación realizada en el año 2022, publicada en el mes de octubre, que tituló, como se encabeza este escrito en su primera parte, “Mentes Sanas y Políticas Enfermas”

En ese estudio, el cual invito a descargar , leer y analizar, el Defensor del Pueblo desnuda  la realidad  de nuestras políticas pública en esta materia y formula un compromiso firme en el  sentido de que,  Desde el Defensor del Pueblo estamos comprometidos con impulsar mejoras al sistema de salud mental, por lo que abogamos por acciones que abarquen un marco normativo adecuado a los nuevos tiempos, diseño de campañas de divulgación sobre los derechos de los pacientes y sus familiares; iniciativas de diálogo entre actores claves en materia de cobertura y seguridad social para la generación de acuerdos o alianzas dirigidas a: 1) la ampliación del número de profesionales de salud mental afiliados a las redes de prestadores de servicio; 2) transparentar los costos de tratamiento para su modulación y regularización; 3) una mayor articulación entre los sectores.

Acciones en estas líneas temáticas se traducen en mayor acceso y ejecución de la cobertura actual en el sector privado y reducción de la brecha entre los servicios públicos y privados.

En este sentido, concluye que “Como se ha planteado, brindar una respuesta a las problemáticas de salud mental requiere un abordaje de derechos humanos que permita identificar y abordar los factores determinantes. Se hace imperiosa la generación de soluciones que permitan reducir las brechas en los derechos fundamentales de las personas que viven con un trastorno MNS, así como los factores que obstaculizan la búsqueda de ayuda y el acceso a servicios dignos y de calidad.”

Dado lo planteado también reconocemos que el Defensor del Pueblo, como entidad constitucional, juega un rol importante en  toda esta situación y propone en la conclusión de dicho trabajo de investigación  propuestas de intervención en materia de derechos de las personas con trastornos  mentales, y neurológicos de salud en República Dominicana por lo que  requiere la articulación y alianza de distintos actores claves, entre ellos los organismos regulatorios en materia de salud, seguridad social, actores legislativos y otros.

Esta red multisectorial articulada principalmente para la abogacía para la protección de los derechos de las personas con trastornos MNS y para la mediación en las demandas por iniciativas que garanticen el acceso y la cobertura universal de los servicios en el ámbito de salud mental.

Concluye  proclamando como exigencia imperiosa que la  salud mental debe ser prioridad para el Estado dominicano y todo el mundo.

Después de lo expuesto nos resta cumplir nuestra parte. Manos a la acción

Nos volveremos a ver en el camino. Hasta la próxima. ¡Que Dios nos continúe bendiciendo!

(*) El autor es abogado, psicólogo clínico MA. SH y Terapia de Parejas. Especialista en DDHH y DIH

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