Cooperativismo, Cohesión Social, Solidaridad y Dignidad Humana

Por Darío Nin

El contenido de a continuación debe ser asumido y discutido por la Dirección de Educación de toda cooperativa  sin importar el objeto o tipo, o el lugar del mundo en donde esté

El cooperativismo es una filosofía económica y social basada en la colaboración, la solidaridad y el beneficio mutuo. Se fundamenta en la idea de que las personas pueden unirse para satisfacer sus necesidades y mejorar sus condiciones de vida, sin depender de los intereses del mercado capitalista o de un sistema político centralizado.

Su origen se remonta a la Revolución Industrial, cuando las condiciones laborales eran extremas, y un grupo de trabajadores en Rochdale, Inglaterra, fundó la primera cooperativa exitosa en 1844, estableciendo los principios que hoy guían este movimiento.

Este modelo puede ofrecer una alternativa sólida frente a los fracasos visibles del capitalismo, con sus desigualdades crecientes y su énfasis en la competencia individual, así como a la desaparición o crisis de modelos socialistas que han mostrado limitaciones en la práctica.

El cooperativismo, en cambio, busca la cohesión social, la dignidad humana y la equidad a través de la cooperación voluntaria y democrática entre sus miembros

Haciendo un poco de historia recordemos que el movimiento cooperativo nació en el siglo XIX en respuesta a la explotación de los trabajadores durante la Revolución Industrial. En 1844, un grupo de trabajadores en Rochdale (Inglaterra) formó una cooperativa de consumo, que se basaba en principios fundamentales como la igualdad en la toma de decisiones, la distribución de ganancias en proporción a la participación, y la ayuda mutua entre sus miembros. Esta fue la base para el crecimiento del cooperativismo en todo el mundo.

Los principios cooperativos establecidos en Rochdale se difundieron rápidamente, y hoy están recogidos en la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), que promueve los valores cooperativos a nivel global.

Si a pesar de la explicación dada te preguntaras qué ventajas se tendría al incorporarse al cooperativismo te respondería:

Primero, se te trataría en equidad y  democracia ya que  en  una cooperativa, cada miembro tiene un voto, independientemente de su aportación económica. Esto asegura que el poder no se concentre en manos de unos pocos, sino que todos los miembros tengan una voz en las decisiones.

Segundo, experimentarás solidaridad y beneficio común, pues el objetivo principal de una cooperativa no es el lucro individual, sino el beneficio colectivo de sus miembros. Esto fomenta la solidaridad y la cohesión social, porque los intereses de todos se alinean.

Tercero,  Tus intereses estarán garantizados  por la sostenibilidad de la institución, ya que,  las cooperativas, por su naturaleza, tienden a ser más sostenibles que las empresas tradicionales, estas suelen enfocarse en el bienestar a largo plazo de la comunidad, y no en el beneficio inmediato.

Cuarto, tú y los demás socios  en conjunto  incidirán en  el Desarrollo de la Comunidad: esto así porque las cooperativas tienen un fuerte impacto local, ya que contribuyen al desarrollo económico y social de las comunidades en las que operan. Además, son más propensas a reinvertir sus ganancias en la comunidad.

Quinto,  incidencia en tu Autonomía y Control Local, para esto tengamos presente que las cooperativas permiten que los miembros mantengan el control sobre sus propios destinos económicos, lo que promueve la autonomía y una economía local fuerte.

A continuación te presentamos  el caso  de Inglaterra, en donde encontramos  un modelo cooperativo exitoso. En Inglaterra, el cooperativismo ha alcanzado una gran influencia, siendo este país uno de los primeros en adoptar este modelo. En el contexto inglés, las cooperativas no solo existen en el sector de consumo, sino también en otros sectores como la banca (Co-operative Bank), la agricultura, la vivienda y los servicios públicos.

El modelo cooperativo en el Reino Unido ha demostrado ser una opción viable y sólida frente al sistema capitalista tradicional. La existencia de un marco legal sólido para las cooperativas, junto con una fuerte cultura de trabajo colectivo, ha permitido que las cooperativas inglesas florezcan. Este ejemplo ilustra cómo el cooperativismo puede ser un motor de desarrollo económico y cohesión social dentro de una nación.

En lo que sigue a continuación formulamos una propuesta global en donde presentamos el cooperativismo como una alternativa política.

Partiendo de que el capitalismo, con su enfoque en el lucro y la competencia individual, ha generado una creciente desigualdad social y una crisis ambiental global y que  por otro lado, el socialismo en sus variantes históricas ha mostrado limitaciones, especialmente en cuanto a la centralización del poder y la falta de democracia directa en la toma de decisiones. Es necesario pensar en un sistema político nuevo, que combine lo mejor de ambos mundos: la solidaridad del socialismo con la eficiencia del mercado, pero bajo la premisa de la equidad y la justicia social.

El cooperativismo es ese puente: Proponerlo como un sistema político es una invitación a reconfigurar el Estado y la economía mundial en favor de las personas, en lugar de las corporaciones. En concreto proponemos:

1. Un Nuevo Sistema Político Basado en el Cooperativismo, por lo que , el Estado debe actuar como un facilitador de cooperativas, apoyando su creación y brindando incentivos fiscales para su desarrollo. Al mismo tiempo, debe garantizar que las cooperativas cumplan con principios de justicia, equidad y sostenibilidad.

  • La idea central de este sistema es descentralizar el poder económico y político, permitiendo que las decisiones se tomen de manera democrática dentro de las cooperativas, que estarían presentes en todos los sectores clave (salud, educación, transporte, energía, entre otros).
  • En lugar de depender de grandes corporaciones multinacionales, el sistema cooperativo se basaría en la autogestión y en redes locales de cooperación.

2. Cooperativismo Global: Crear una red internacional de cooperativas que operen no solo en el ámbito local, sino también en el mercado global, protegiendo los derechos de los trabajadores y los consumidores en todo el mundo.

Promover una economía solidaria global, que priorice los derechos humanos, la protección del medio ambiente y el bienestar colectivo por encima de los intereses corporativos.

3. Reforma de Instituciones Financieras:  Fomentar el crecimiento de bancos cooperativos y sistemas financieros que estén orientados al bienestar de los miembros y no al lucro. De este modo, se eliminaría el riesgo de crisis financieras ocasionadas por especulaciones y prácticas poco éticas.

4. Educación y Formación en Cooperativismo: Promover la educación en principios cooperativos desde la educación básica hasta la universitaria, para que las nuevas generaciones estén preparadas para construir una economía más justa y colaborativa.

De lo expuesto nos quedamos con que:  El cooperativismo ofrece una alternativa sólida y ética frente a los sistemas económicos y políticos tradicionales. Si bien el modelo cooperativo ha sido históricamente exitoso en diversas partes del mundo, su potencial para transformar las estructuras sociales y políticas a nivel global es aún más grande. Proponer un sistema basado en cooperativas no solo es una vía para una economía más equitativa, sino también para fomentar una verdadera democracia económica, donde el bienestar de la humanidad y el respeto a la dignidad de cada individuo estén por encima de los intereses de unos pocos.

El cooperativismo puede ser el camino hacia un nuevo modelo de convivencia social y política, donde el objetivo final sea el bienestar colectivo, la equidad y la cohesión social, principios que hoy más que nunca son necesarios para enfrentar los retos globales que nos esperan.

DANSFD 11022025 SDERDCIA

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